El proceso técnico consiste en una revisión de todas las partes del vehículo comenzando por la carrocería exterior para detectar posibles daños o choques, continuamos con el interior del vehículo donde revisamos el estado de la tapicería en general asientos, alfombra, techo y tablero, seguimos con un Scanner electrónico de motor y transmisión para detectar si el vehículo tiene alguna avería activa o histórica, y finalizamos con una prueba de manejo donde evaluamos el funcionamiento y comportamiento general del vehículo.